Pasado un primer acercamiento, plagado de emociones fuertes y mensajes contradictorios, queda la temida sensación de que la teoria tiene una pata más larga que los hechos. En orden de evitar contracturas, esguinces y torceduras varias, se valora la necesidad de crear un cronograma que incluya plazos, objetivos y metodología. Pipas van, cervezas vienen. Todos los caminos llevan al aleph de los peores miedos institucionales, la seguridad de las instalaciones. Una evaluación técnica exahustiva del estado del edificio es fundamental. Mónica Bujalance, ya se encuentra organizando un grupo para tales fines.
Nos vemos para las cañas de después.
Saludos.
