¿Quieres saber en pocas líneas de que va ésto de La Tabacalera sin tener que contactar con nosotros?

Magu Duarte se incorporó al proceso que estamos llevando a cabo de construcción de un espacio colectivo, común y abierto en la Fábrica de Tabacos de Lavapiés, edificio público cedido al Ministerio de Cultura.
Lo vivió en sus carnes y lo contó, y muy bien, en el diario local online: Somos la latina.

Lo transcribimos aquí, pues resume muy bien de que va ésto de La Tabacalera. Gracias Magu.

La Tabacalera de todos/as

18 Marzo 2010 somos la latina por Magu Duarte
Tabacalera de Lavapiés

Es algo bastante simple. Existe un espacio vacío en manos de una institución. Dicha institución proyecta un complejo museístico. Pasa el tiempo, las licencias se demoran y la crisis retrasa lo planificado. A estas variables se le añade que el emplazamiento de ese “edificio vacío” se sitúa en un barrio carente de espacios públicos. La institución decide cederlo para que los ciudanos/as ejerzan precisamente de eso, de ciudadanos y ciudadanas, y le den contenido mientras se va materializando el proyecto gubernamental.

Ese podría ser, de manera simple, el esquema de lo que está ocurriendo en la Tabacalera. Sólo eso. En lo que es un inmenso edificio propiedad del Ministerio de Cultura, el gobierno proyectó un Museo de Artes Visuales. Ante la imposibilidad de materializarlo de manera inminente, la ciudadanía, la sociedad civil, ha tomado las riendas del asunto pero llenándolo de matices y respondiendo a sus demandas y necesidades. Previamente, hace unos años, estos colectivos habían solicitado, con no pocas acciones, que la Tabacalera perteneciese al barrio y que sus habitantes pudiesen ocuparlo y darle sentido.


Una de las salas del edificio

Desde hace unas semanas, los que muchos medios de comunicación han denominado como okupas, se pelean discursivamente por llenar ese edificio olvidado pero presente.  A través de diferentes grupos están consensuando, sin imposiciones y a través del diálogo, cuáles son las actividades a desarrollar y por dónde tiene que ir la autogestión del espacio.

Nadie dirige, nadie impone. La Tabacalera pretende ser un espacio de participación abierta y voluntaria. Entre los proyectos iniciales, un baile popular los domingos, un documental sobre los antiguos usos del edificio, actividades destinadas a los niños y niñas del barrio, la recuperación del patio central y un largo e interesante etcétera.

Cabría preguntarse si en barrios como este no son necesarias este tipo de iniciativas regidas por la ciudadanía, teniendo en cuenta la deficiencia de espacios que respondan a las necesidades de los vecinos y las vecinas.

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