La Tabacalera es un centro social autogestionado: un espacio donde hay teatro, música, danza, pintura, conferencias, reuniones, audiovisuales, talleres, eventos, intervenciones en el barrio… Intentamos que ninguna actividad predomine sobre otras, y que el carácter colectivo, público y de transformación social esté presente en todas ellas.
Llamamos transformador a lo que se hace desde la autogestión y la autonomía y no desde la dependencia:
SI CON
– recursos propios
– ánimo de generar riqueza cultural y social
– horizontalidad y cooperación
– autocrítica y transparencia
– participación directa
– crítica y experimentalismo
NO CON
– financiación ajena y condicionante
– ánimo de lucro
– liderazgos ni individualismos
– autocomplacencia ni ocultación
– delegación
– conservadurismo
Tratamos de organizar el uso del espacio para que todo eso sea posible, deje margen a nuevos acontecimientos imprevistos e intentando que todas las personas participantes cooperen en la definición y desarrollo del proyecto.
Los criterios que manejamos son comunes y válidos para el centro social en su conjunto y para cada actividad, colectivo o ámbito de actuación:
Horizontalidad: todos los espacios de gestión y actividad deben fomentar la cooperación entre iguales, buscando formas democráticas de participación, organización y decisión.
Transparencia: las decisiones y las prácticas deben ser comunicadas y estar accesibles para cualquier persona, de forma que sean evaluadas y revisadas colectivamente.
Gratuidad: el acceso a los espacios y a las actividades debe ser gratuito, el dinero no puede ser un filtro, un mecanismo de selección. Todos los recursos del centro social son de titularidad y uso común, públicos y gratuitos.
Sostenibilidad económica: algunas actividades o proyectos necesitan generar sus propios recursos económicos para ser sostenibles. En determinados casos, y siempre tras la aprobación de la asamblea, algunas actividades ponen en marcha proyectos de autoempleo y establecen diferentes sistemas de intercambio, entre los que a veces se incluye el dinero como mecanismo de retorno.
Corresponsabilidad, cooperación, compromiso, proporcionalidad: el apoyo mutuo guía la gestión y el mantenimiento de todos los espacios y actividades, y es responsabilidad de tod@s la gestión diaria y la toma de decisiones que afectan al centro social y a cada uno de sus espacios. La actitud responsable supone actuar con mesura (económica, energética y de trabajo) y con conciencia de las limitaciones que nos imponemos.
Respeto: a las personas, a la diversidad, a las decisiones colectivas, a los modos de funcionamiento acordados, a los espacios que habitamos.
Autonomía: las decisiones, líneas de actuación o de organización del conjunto del centro social y las propias de cada espacio son tomadas sin intervención ajena ni dependencia de agentes externos, sobre la base del respeto a los acuerdos y criterios comunes.
Cultura libre: lo producido y reproducido en LTBC debe estar sujeto a licencias libres, ser accesible gratuitamente y tener como objeto la ampliación del dominio público en el ámbito del conocimiento y la cultura.
Polivalencia, flexibilidad, no exclusividad ni apropiación de los espacios: más allá de la necesaria adecuación de ciertos espacios para usos determinados, estos deben ser compatibles, accesibles a tod@s y permeables a nuevas propuestas. Los usos de los espacios son revisables y evaluables por la asamblea en los periodos de tiempo que esta determine. Los proyectos, colectivos o grupos que utilizan un espacio se comprometen a presentar una evaluación en el tiempo determinado por la asamblea.
LTBC es un espacio público y abierto: no es de nadie y es de tod@s. La responsabilidad de quienes participan en la gestión del centro es establecer mecanismos para que el centro sea de verdad abierto y se renueve con iniciativas y personas que hagan suyo el espacio, de forma que ninguna persona o proyecto se sitúe en un lugar de poder.
LTBC es un proceso vivo, un intento de aprendizaje colectivo: estos criterios son tendencias que perseguimos pero que no siempre alcanzamos a cumplir totalmente. Día a día intentamos repensarlos, asentarlos e incluir algunos nuevos.
LTBC es un espacio intransigente con el sexismo, el racismo, la discriminación, la homofobia y la insolidaridad. Tenemos un decálogo de buenas prácticas que intentamos cumplir, es responsabilidad de cada una de nosotras conseguirlo.