Dentro de la semana del Orgullo LGTBQ+ se abre esta exposición que pretende visibilizar las distintas identidades no normativas que luchan por el reconocimiento de sus derechos y por ser tenidos en cuenta dentro de una sociedad que proclama su hetero-normatividad como supremacía absoluta.
Entendemos la idea de diversidad como una forma de dar voz a todas las vivencias, historias y contextos que han sido acallados histórica e institucionalmente a lo largo del tiempo. Queremos brindar una plataforma en la que estos cuerpos disidentes se reconozcan e identifiquen, con la idea de preservar una única norma: La inclusión.
Nos levantamos con el objetivo de aunar otras perspectivas y maneras de entender el mundo, otras maneras que desde siempre han tenido un privilegio de clase y de raza. Tenemos un poder creativo en nuestras manos y creemos justo utilizarlo a favor de quienes la sociedad rechaza, ignora, segrega, discrimina y oprime.
Todas las obras aquí reunidas están hilvanadas a través de esta corporalidad queer que resulta molesta para los defensores de la tradición y la cultura de masas.
A nivel formal, éste conjunto de imágenes se valen de la ironía para poner un interrogante entre lo bello y lo feo; lo concreto y lo ambiguo; lo natural y lo artificial.
El erotismo aparece como un concepto trasversal que pone de manifiesto las formas disidentes del amor no normativo. La búsqueda de empatía ante la indiferencia de los que nunca han sido perseguidos por su género o elección sexual.
El color se manifiesta dentro de un carácter simbólico que expresa ese encasillamiento, esa etiqueta por la cual estos cuerpos siguen estando excluidos.
Creemos que el arte es una herramienta efectiva para combatir y ofrecer una resistencia ante un sistema hegemónico que nos dice cómo tenemos que sentir, como mostrarnos y a quienes qué elegir para compartir nuestra vida.
Estamos aquí, existimos, buscamos que nos vean y con cada uno de nuestros rincones personales somos cuerpo disidente, somos deseo.